Óscar “Machillo” Ramírez ha mantenido un tono sereno en sus apariciones como técnico de Alajuelense, incluso en medio de derrotas y momentos de presión. Sin embargo, este domingo, tras la victoria 1-0 ante Guadalupe, una pregunta en conferencia de prensa rompió esa tranquilidad y provocó una reacción poco habitual en él.

El técnico se mostró incómodo cuando fue consultado sobre si se ha actualizado lo suficiente como estratega y si sus métodos, comparados con los que utilizó hace una década, siguen siendo efectivos para el fútbol actual.

“La pregunta no sé qué intención lleva, pero si estoy acá es porque tengo el conocimiento, y si es por el tiempo que dejé, tengo a muchachos como Wardy (Alfaro) y Marcelo (Sarvas) que son un respaldo”, respondió con visible molestia, aunque sin perder la compostura.

Ramírez defendió el trabajo que realiza con su cuerpo técnico y explicó que sus conceptos no son anticuados, sino que buscan adelantarse a lo que poco se ve en el fútbol local.

“Hablamos de quiebres de línea, profundidad, atacar los espacios, y son cosas que estamos tratando de implementar. Nadie lo está haciendo varias veces durante un encuentro, nosotros sí lo intentamos coordinar”, enfatizó.

Además, detalló que el equipo maneja distintos comportamientos tácticos como bloque alto, presión alta, bloque intermedio y bajo, además del trabajo por los costados.

“Estamos trabajando muchas cosas, entonces no sé por qué la pregunta va en esa dirección. Si me falta, creo que estamos en la misma línea. Lo que sí le puedo decir es que si antes los equipos no tenían conceptos, ahora todo mundo los tiene”, sentenció.

Aunque la victoria ante Guadalupe alivió la presión, la interrogante expuso la sensibilidad que todavía existe en torno a su regreso al banquillo rojinegro. Ramírez no rehuyó el tema, pero dejó claro que cuestionar su vigencia es tocar una fibra delicada.

La pregunta en conferencia de prensa que no le gustó a Óscar Ramírez