Mariano Torres sigue preso de sus palabras cuando fue un mal perdedor

Mariano Torres no olvida, pero tampoco se retracta. El capitán del Deportivo Saprissa volvió a encender la polémica al reafirmar lo que dijo hace dos años sobre la Copa Centroamericana, cuando su equipo quedó eliminado y él fue señalado por minimizar el torneo.

Lejos de suavizar su discurso, el argentino ratificó que la Copa de Campeones de Concacaf es el torneo verdaderamente importante, y que su visión no ha cambiado ni un milímetro.

“¿De qué palabras?”, respondió con tono cortante cuando el periodista Alex Mazón, de Radio Monumental, le preguntó si se mantenía firme en sus declaraciones de antaño.

“No me interesa, yo digo las cosas bien claras y repito lo mismo. El otro torneo es el más importante de Concacaf. Este es importante, pero el otro es más”, reiteró Mariano sin dudar.

Torres apeló a ejemplos internacionales para justificar su postura. “La Libertadores es más importante que la Sudamericana, la Champions es más importante que la Europa League, es algo normal lo que dije”.

Lo que no parece tan normal es la forma en que sus palabras siguen incomodando a muchos. Aunque el volante asegura que “nunca le bajó el piso” a la Copa Centroamericana, su actitud tras aquella eliminación ante Antigua de Guatemala en 2023 sigue fresca en la memoria colectiva.

En aquel entonces, tuvo un intercambio con un periodista que le recordó sus propias frases. “¿Quién dijo que no es un torneo importante?”, preguntó visiblemente molesto. Al ser confrontado con sus propias palabras, insistió: “Dije que era importante, pero no el más importante. ¿Entendés qué quiere decir eso o no?”

Ahora, con Saprissa nuevamente compitiendo en el certamen y tras iniciar con victoria ante Cartaginés, Mariano intenta dejar claro que hay compromiso: “Este certamen y todo lo que jugamos lo queremos ganar, y no pasa nada. Ahora estamos contentos, porque empezamos de buena forma”.

Sin embargo, sus palabras siguen pesando, y para algunos, aún huelen a la frustración de una noche amarga. Porque en el fútbol, a veces no se trata solo de lo que se dice, sino del momento en que se dice… y de cómo se pierde.